En España, el tipo de estafa mas común es el de una empresa que realiza muchos pedidos en poco tiempo, a varios proveedores, y cuya intención final es desaparecer con la mercancía sin pagar. Generalmente, conocen perfectamente el funcionamiento del Seguro de Crédito.
Según Coface, los sectores más afectados son productos alimenticios y perecederos (carne y pescado, frutas y verduras, aceite, vino, jamón…), componentes y consumibles informáticos.
Desde Coface se recomienda que, en caso de no conocer a un cliente o tener sospecha, se averigüe si este cliente es conocido en su entorno profesional o sectorial, si actúa igual con otros proveedores, que se provoque un encuentro presencial con el cliente, y en todo caso, que se contraste la información sobre el mismo.
En Italia, según la experiencia de Coface, es más común la utilización fraudulenta del nombre de una empresa que realmente existe. En este caso, el exportador español se encontrará que no tiene un derecho de cobro legítimo contra la empresa cuya personalidad se ha suplantado y que, por tanto, dicha operación de venta no es asegurable ni indemnizable, con lo cual la pérdida queda totalmente a cargo del exportador. Ciertos sujetos se presentan como miembros de una sociedad conocida -a veces disponen incluso de falsas tarjetas de visita- y realizan pedidos en nombre de dicha sociedad. Utilizan hojas con el membrete de ésta, señalando como lugar de entrega de la mercancía una dirección diferente a la de la sociedad que alegan representar.
Coface recomienda que, como método más eficaz para evitar estas estafas, las empresas soliciten la confirmación del pedido tomando contacto directo con la propia empresa y, por supuesto, no fiarse del número de teléfono proporcionado por el intermediario.