Javier Miguel López está al frente del Colegio de Mediadores de Seguros de La Rioja y comparte la preocupación con el resto del sector por los cambios en la profesión.
– Recientemente, el presidente de su Consejo General afirmaba que la profesión «no está exenta de nuevas amenazas, principalmente normativas», ¿a qué se refería?
– Las principales amenazas normativas son sobre la formación. El nuevo Real Decreto rebaja en un 40% el nivel de horas de formación que se exige para entrar en la profesión, y otra, sería la de incluir a los mediadores en la normativa europea de ciberseguridad para el sector financiero, que impondría hasta 120 nuevas exigencias administrativas de control, olvidándose que los mediadores somos básicamente pequeñas y medianas empresas, y nos quieren imponer requisitos que cada día son más difíciles de cumplir. Se está equiparando a la mediación de seguros con el sector financiero.
Actualmente los mediadores ostentamos el primer puesto en la distribución de seguros en España y en la confianza de los clientes, sin embargo, se nos sigue cuestionando nuestro papel y nuestra preparación.
Los mediadores somos profesionales que cumplimos con las exigencias legales, nos actualizamos, con la pandemia hemos sido de los más rápidos en digitalizarnos, y tenemos claro que la constante formación eleva la calidad de los profesionales.
No se está apoyando a la mediación cuando se están consintiendo determinadas malas prácticas a la banca, a la hora de vincular productos financieros con pólizas de seguro, vulnerando claramente tres leyes: la Ley General de Defensa de los Consumidores, la Ley de Distribución de Seguros y la Ley de Defensa de la Competencia.
Se consideran malas prácticas profesionales: obligar a contratar seguros, sin opción a elegir, al firmar una hipoteca; contratar cualquier seguro para conseguir un préstamo, incluidos los ICO; que el banco emita pólizas de vida sin tu consentimiento o la cesión de tus datos personales a terceros sin la debida información.
– ¿Y qué se puede hacer?
– Los mediadores llevamos denunciando la falta de transparencia y la presión excesiva que sufre una persona a la hora de solicitar un préstamo, la persona que necesita el préstamo está en inferioridad con respecto a quien lo concede, generándose una situación de abuso de posición dominante por parte de la banca, al no dar opciones al cliente. Además, los precios medios de un seguro son mucho más elevados en el banco, y aunque esto no es ilegal, se están ofreciendo coberturas y precios mayores de los que el cliente necesita realmente.
Desde el Consejo General de Mediadores, a través de los Colegios y de los colegiados, se están reforzando las acciones para denunciar las malas prácticas en la distribución de seguros y se personará en las causas judiciales, apoyando al demandante cuando considere la queja acreditada. Se ha habilitado un espacio en la página web del Consejo que permitirá a los asegurados interponer una reclamación si consideran que se han vulnerado sus derechos.
También se está distribuyendo un vídeo donde se explica cómo proceder en caso de mala práctica profesional.
– ¿Es más barato adquirir un seguro a través de un mediador?
– Definitivamente, sí. Contratar un seguro a través de un mediador de seguros es hasta un 44% más barato que si se realiza directamente por otros canales. Así lo revela un estudio elaborado por la consultora Prisma. Por ello, nuestros clientes tienen un ahorro importante en sus seguros porque tenemos la capacidad de aportar asesoramiento y tenemos acceso a ofertas exclusivas. Y aunque el precio puede ser uno de los factores para tener en cuenta en la decisión del seguro, los mediadores aportamos, además, otra serie de ventajas diferenciadoras que nos dan un gran valor añadido respecto a otros canales de distribución. Por ejemplo, la profesionalidad, formación, asesoramiento en base a las necesidades reales del cliente, cercanía y especialmente la gestión de los siniestros.
El mediador, además de buenos precios, le da a sus clientes la tranquilidad de tenernos a su lado, la tranquilidad de poder contactar con nosotros cuando tengan un problema y necesiten que una persona les preste asistencia profesional.
La tranquilidad de tener los seguros adecuados a sus necesidades.
En definitiva, la tranquilidad de tenernos cerca. Se podría decir resumiendo que nuestros clientes pagan menos por sus seguros y disfrutan de más servicios, en los que destacan la profesionalidad, la cercanía, el asesoramiento en contratación y la gestión de sus siniestros.